La logística verde es el conjunto de estrategias y tecnologías que buscan reducir el impacto ambiental de las operaciones logísticas.
Su objetivo es hacer que el transporte, almacenamiento y distribución de productos sean más sostenibles, sin sacrificar eficiencia ni rentabilidad.
En pocas palabras: se trata de entregar más, contaminando menos.
Las empresas ya no solo compiten por precio o rapidez.
Hoy los clientes, inversionistas y gobiernos exigen responsabilidad ambiental.
Según Deloitte, más del 60% de los consumidores en Latinoamérica eligen marcas que muestran compromiso con la sostenibilidad.
En logística, esto implica repensar cada etapa:
¿Cómo se planifican las rutas?
¿Qué tipo de vehículos se usan?
¿Qué pasa con los embalajes?
¿Se miden las emisiones?
Implementar prácticas de logística sostenible permite cumplir regulaciones, mejorar la eficiencia y reforzar la reputación de marca.
El uso de software de optimización de rutas, como PlannerPro, reduce kilómetros recorridos y tiempo de viaje, lo que se traduce en una menor huella de carbono.
Cada kilómetro evitado significa menos consumo de combustible, menos emisiones y menores costos.
💡 Empresas que aplican planificación automatizada logran reducciones de hasta 25% en CO₂.
Migrar progresivamente hacia vehículos eléctricos o híbridos es una tendencia clave de la logística verde.
Pero incluso sin cambiar la flota completa, es posible reducir el impacto con:
Mantenimiento predictivo y menor ralentí.
Capacitación en conducción eficiente.
Asignación inteligente según capacidad y ruta.
Para lograr control total de la flota —interna o tercerizada—, herramientas como FleetMaster ofrecen visibilidad y reportes de consumo en tiempo real.
La logística inversa es parte esencial de una estrategia verde.
Permite recuperar, reutilizar o reciclar productos y empaques, evitando residuos y nuevos procesos productivos.
Descubre más sobre cómo gestionarla eficientemente → Logística inversa: cómo fidelizar clientes y reducir desperdicio
Los procesos digitales sustituyen órdenes, guías y comprobantes en papel.
La evidencia digital de entrega (foto, firma y GPS) reduce errores y elimina documentación física.
Además, la trazabilidad completa —como la que ofrece LastMile— permite medir y auditar emisiones en cada entrega.
Medir el impacto ambiental es clave para mejorar.
Los indicadores más usados en logística verde son:
CO₂ por entrega o kilómetro.
Consumo promedio por vehículo.
Tasa de entregas fallidas (impacto de reintentos).
Uso de embalaje reciclado o retornable.
Estos datos, combinados con dashboards en tiempo real, ayudan a reportar iniciativas ESG y a tomar decisiones estratégicas.
La logística verde también depende de la interconexión entre sistemas.
Integrar tu ERP, WMS, GPS o e-commerce permite coordinar mejor la demanda, planificar con precisión y reducir sobrecarga de transporte.
Explora cómo hacerlo con nuestras integraciones logísticas.
Las empresas que adoptan prácticas verdes no solo cumplen normas: también ganan clientes y eficiencia.
Según estudios de McKinsey, las cadenas de suministro sostenibles ahorran hasta un 20% en costos operativos y mejoran su NPS por percepción positiva.
Empresas de gas licuado, alimentos y retail que usan DispatchTrack han reducido emisiones mediante:
Rutas optimizadas por tráfico y zonas.
Menos entregas fallidas = menos desplazamientos.
Planificación de mantenimientos preventivos.
Reportes de huella logística para auditorías ESG.
🌱 La tecnología es el puente entre la rentabilidad y la sostenibilidad.
Adoptar soluciones integrales de logística sostenible no solo ayuda al planeta; también mejora la eficiencia, reduce costos y fortalece tu marca.
La logística verde no es el futuro, es el presente de las empresas que quieren crecer con propósito.
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