Cómo es la estructura de un sistema logístico

Optimización de procesos logísticos

Lectura de 4min.

Un sistema logístico permite que los productos lleguen desde su lugar de fabricación hasta las manos del cliente. Se trata de un sistema aparentemente sencillo pero que, en realidad, está formado por muchos elementos y etapas que deben funcionar de manera coordinada entre sí para lograr su objetivo: llevar los productos a los consumidores, tanto en tiempo como en forma. 

Qué es un sistema logístico 

Un sistema logístico es el conjunto de recursos, acciones y medios que permite que los productos lleguen desde el lugar de producción a los consumidores. Se trata de una serie de elementos que, si bien no modifican el producto en sí, sí que contribuyen a darle más valor, puesto que el sistema logístico es el que lo capacita para que sea usado por los consumidores. 

En otras palabras, los productos no tienen demasiado valor por sí solos. Solo cuando estos productos llegan al consumidor en tiempo y forma (en el momento y en el estado en los que los consumidores los demandan), es cuando los productos adquieren todo su valor. De esta forma, el sistema logístico funciona de forma complementaria al proceso de producción, ya que es el que capacita que toda la cadena de suministro pueda ser completada de principio a fin. 

Estructura de un sistema logístico 

La estructura de un sistema logístico puede variar según el tipo de producto con el que trabaje. No obstante, en la mayoría de casos, todo sistema logístico deberá contar con, al menos, las siguientes fases o etapas en su estructura.

1. Adquisición de productos 

La adquisición de productos configura la primera parte de la estructura de un sistema logístico. En esta etapa se obtienen los productos una vez que han completado el proceso de producción. O sea, una vez que salen de la fábrica o del lugar de producción. Se trata de una etapa en la que dichos productos son transportados desde estos puntos de producción a los almacenes en donde se conservarán en forma de stock hasta que sean demandados por los consumidores. 

2. Inventariado 

Una vez que los productos llegan al almacén, antes de ser guardados, deben ser inventariados. Es decir, deben ser registrados en las bases de datos de los almacenes con toda la información relativa a los propios productos y que pueda ser de interés. Esta información permite saber dónde se va a guardar el producto, así como la cantidad de unidades de la que se dispone y de las características particulares de cada producto. Esto permite un acceso rápido y eficaz a la hora de volver a requerirlos. Por ejemplo, una vez que se lleva a cabo la venta y que el producto deba ser enviado al consumidor. 

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3. Almacenaje 

Una vez que los productos han sido correctamente inventariados, la siguiente fase del sistema logístico es el almacenaje. En esta fase el producto simplemente es guardado hasta que sea requerido. Esta fase es sencilla. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para que el producto pueda llegar en forma al cliente, este almacenaje debe ser realizado de acuerdo a las características de cada producto. O, lo que es lo mismo, teniendo en cuenta que las condiciones de almacenaje sean las adecuadas para cada producto. En la mayoría de los casos, no son necesarias condiciones particularmente especiales. Sin embargo, en otras habrá que tener en cuenta aspectos relativos a la temperatura, a la exposición a la luz, el nivel de humedad ambiental, etc. 

4. Embalaje y manipulación 

La siguiente etapa que gestiona el sistema logístico es el embalaje y manipulación del producto. Se produce después de que se haya completado la venta del producto. O sea, que el producto sea demandado por un consumidor. Cuando esto ocurre, el producto sale de la fase de almacenamiento (lo que es posible gracias a la labor de inventariado que se realizó previamente). Pero, antes de ser enviado al cliente, el producto debe ser embalado y manipulado. Es decir, preparado de forma adecuada para garantizar que el producto (o productos, en el caso de que la venta incluye más de un único producto) llega al cliente en la forma en que este lo ha demandado. 

5. Transporte y distribución 

La siguiente etapa del sistema logístico es el transporte y la distribución. Esta es la etapa más visible del sistema logístico, ya que es cuando el producto llega a las manos del consumidor. En esta etapa el producto es transportado desde el almacén hasta el consumidor, lo que implica que el pedido deba ser incluido en las rutas de reparto, lo que permitirá una distribución lo más eficiente posible y evitando sobrecostes.

6. Logística inversa

Aunque se puede pensar que el sistema logístico termina cuando el producto es recibido por el consumidor, existe una fase más que también forma parte del sistema: la logística inversa. Esta etapa tiene lugar cuando el producto no responde plenamente a las expectativas del cliente y, en consecuencia, se produce un cambio o devolución del producto

Como se puede ver, el sistema logístico es más complejo de lo que puede parecer en un principio. Se trata de un sistema compuesto por muchos elementos y acciones concretas y que, al funcionar de forma coordinada, permiten que los productos lleguen desde los lugares de producción a manos de los consumidores. Un sistema que no se limita únicamente a transportar mercancías, sino que cumple un papel esencial a la hora de añadir valor al producto y a la hora de garantizar la satisfacción del cliente.

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